Después de llegar a nuestras casas y volver a la rutina, me e dado cuenta de todo lo que hemos aprendido y todo lo que nos intenta enseñar este viaje. Más haya de la ruta literaria de Unamuno, nos ha echo aprender a convivir, a saber comportarnos en entornos que no son los nuestros, con gente que no son de nuestra cultura, saber escuchar a gente que no utiliza las mismas expresiones y vocabulario para hablar que nosotros, también hemos aprendido a "afinar el paladar", como bien dijo Ángel, hemos aprendido a comer comida canaria y la verdad es que tampoco estaba tan mala, lo que si que el pollo se repetía mucho.
Las instalaciones no eran tan buenas como pensábamos pero se podía estar tranquilamente un rato tumbado en la cama o en sofá, o simplemente mirando por la ventana viendo la bonitas vistas de unas tierras de cultivo cercana.
La verdad es que no a estado tan mal el viaje, hemos disfrutado del viaje trabajando y pasándonoslo bien en nuestro tiempo libre. A sido un viaje muy bonito divertido y eso si, muy cansado. Los largos viajes para desplazarnos a nuestros destinos y las largas horas sin dormir, se vieron plasmadas en los últimos días. Lo peor fue el regreso a casa, fue lo mas agotador, aunque fueran menos horas de viaje y de estancia en los aeropuertos.
Gracias a esta salida pudimos conocer a mucha gente de nuestra edad y poder hacer un montón de amigos, que sin duda, ahora tenemos comunicación con ellos y hablamos casi todos los días.
Hay que decir que todos los profesores están orgullosos de nosotros por nuestro comportamiento y excelente actitud y hasta las limpiadoras dicen que hemos sido el grupo mas limpio desde hace años, a mi eso me honra.
un buen viaje, me a gustado mucho.
Josemy
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